viernes, 17 de abril de 2009

LAS ESTAMPITAS


Hoy me han devuelto a la niñez por unos momentos,gracias te doy hermano algarivo por lograr en tan solo unos momentos devolverme años atrás en mi mente y hacerme retroceder para coger impulso a algo que tenia tambien olvidado.
Me acuerdo de esas colecciones de estampitas de futbolistas de mi niñez,era época de coleccionar los ultimos fichajes de la liga,tus cracks,tu equipo sobre todo,rellenar el álbum se convertia en algo personal,una cruzada de varios meses,salias con los primeros dineros que lograbas a base de persistencia sacarle a tus padres y abuelos,para invertirlos en esas estampas de tus héroes del balón,la harina con agua se encargaba luego de hacer el resto y te ponias a pegarlos en casa con todo el orgullo del mundo,habia esa clásica que era imposible de tener,esa de ¡oye! ¿tienes a iribar? e iribar no salia en ningun sobre,como si no se hubiera hecho la foto ese dia y tuvieras que ir a bilbao a ser tu mismo quien cogieras al chopo y con la cámara de fotos de tu abuelo echarle la instantanea.
Sin duda una época dorada en la vida de los niños de entonces,las niñas tenian sus cromos y una habilidad impresionante en darles la vuelta ahuecando la pequeña mano,eso era exclusivo de mujeres,que no se te ocurriera a ti jugar a los cromos que te tachaban de otra cosa.
Eran tiempos de armarios llenos de personas y de otras cuestiones,hoy esas cosas ya creo que no existen en los niños y niñas de hoy en dia,afortunadamente.
Hoy en un segundo pides en el google un jugador de fútbol y te sale todo referente a él en mas de diezmil páginas distintas,me gustaba más eso de llevarme meses y meses buscando al susodicho iribar en sobres de cinco estampitas o cambiarselo al tonto de turno tratando de no darle mas importancia que el que ya tenias repetido mas de cincuenta veces,si lograbas algo de eso,ese dia eras indiana jones cuando encuentra alguna pieza de museo jamás vista.
De vez en cuando es bueno retroceder un poco en el tiempo y darte cuenta que una vez en la vida alla por un tiempo muy diferente al de hoy dia,tú tambien fuiste un niño,un niño que a diferencia de los de hoy no tenia mas que su imaginación y cuatro bolas y dos peonzas como tesoro para jugar en la calle,pero que sabias jugar mejor que los niños de hoy dia con tantas cosas que tienen hoy al alcance de la mano,todo lo tienen casi hecho y dejamos muchas veces que dejen de inventar cosas con darles las cosas tan masticadas.
¿oye alguien tiene repetido la de iribar? se la cambio por diez de amancio.

2 comentarios:

  1. Hermano, ayer estuve en casa de mi vieja, como cada viernes, suelo ir todos los viernes a comer allí.
    Sacó mi madre dos cajas con cosas mías de cuando yo era más jovencito que ahora, jejeje., y sorpresa.... recortes de periódico con fotos de mi Sevilla, de nuestro Sevilla.
    Eran fotos de ABC, sección de deportes en las que aparecía un tal Carlos Amaro Nadal, el día de su debut, ¿te acuerdas de él?, ¿os acordáis de él?.
    Se me pusieron los vellos como puntillas, ahí estaba este argentino, uruguayo o de donde fuera, celebrando su primer gol con la elástica rojiblanca.
    Seguí echándole un vistazo a los recortes y me encontré fotos de un Sevilla-Cádiz, resultado final 4-0 a nuestro favor, y ¿sabes quien era el portero del Cádiz?, pues sí, Superpaco, ese que tantas tardes buenas dió en Nervión, ese que ese día se marchó del campo con lágrimas en los ojos cuando toda su afición le coreaba el nombre.
    En fin hermano, que sí, que es precioso recordar viejos tiempos, tiempos que ya no volverán pero que jamás se olvidarán.

    Te vuelvo a repetir....QUE TE QUIERO TACO.

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  2. Saludos.

    Eran, hermano, las estampitas que luego, curiosamente, nos jugábamos a la lima, al tacón, a las bolas o al trompo.

    El trompo carnicero, el de la punta afilada que rajaba los otros con una facilidad pasmosa. El que te dejaba cara de absoluta miseria si te partía el tuyo y no llorabas porque estaba mal visto por los amigos.

    También era el que liábamos con una cuerda en cuyo extremo, para atraparla entre los dedos, colocábamos una chapa de cerveza aplastada con un agujerito enmedio.

    Llevábamos las estampitas en el bolsillo, liadas con una gomita, las esquinas un poco deterioradas...

    Y era mucho más emocionantes que los cromos de las niñas, todos de dibujitos insulsos, rosas, de distintos tamaños y con los bordes irregulares... un asco.

    Tenían, por detrás, una breve descripción del jugador: nombre, apodo, equipo y escudo.

    Pequeñas joyas para niños con imaginación.

    Yo nunca completé un álbum porque era regular, tirando a malo, en ésas especiliades que decía de la lima, el tacón, las bolas y el trompo.

    Gracias a tí, canijo, porque también mi infancia estuvo llena de estampitas.

    Cuídate.

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