Creo en la Justicia.
Aunque ello suponga remar contracorriente, dada la escasa estima que la sociedad civil le profesa.
Y creo firmemente en el sistema judicial, con todos sus defectos, con toda su precariedad de medios, con todos sus problemas de actitud y aptitud en sus recursos humanos.
Lo digo por proximidad con este poder, por experiencia, con conocimiento de causa.
Creer en la Justicia no significa aceptar de plano la infalibilidad de cualquier resolución judicial.
Eso es algo que ni el propio ordenamiento jurídico admite.
El Estado de Derecho exige una serie de garantías para proteger al justiciable, sobre todo en el ámbito de los procesos penales.
Uno de los más significados es el derecho fundamental a los recursos, pilar básico de la justicia democrática.
Creer en la Justicia, desde mi punto de vista, significa confiar en el buen tino de la resolución judicial firme que pone fin al proceso en cuanto al fondo.
Esa resolución objetiva que ha superado las cribas necesarias.
Esa resolución que queda lejos, descontextualizada, de la terrible influencia de los juicios paralelos tan queridos de la opinión pública más carroñera y desvergonzada que puebla nuestro país.
Esa resolución que magistrados experimentados y de alto nivel técnico-jurídico integrados en las altas instancias tienen la misión de depurar, si procede.
Ésa es la Justicia en la que yo creo.
El ciudadano José María del Nido Benavente tiene derecho a esa Justicia, como todos.
El ciudadano José María del Nido Benavente tiene derecho a que se revise su condena en vía de recurso.
Quienes se rasgan las vestiduras porque no haya dimitido como Presidente del Sevilla Fútbol Club se creen legitimados para suplir el papel de la Justicia, la función de los recursos.
Como si de un Charles Bronson se tratase, estos patéticos envidiosos parecen proclamar: “Yo soy la justicia”.
Supongo, si son coherentes, que estos individuos ejemplares, cuando les multan o sufren algún tipo de resolución jurídica, aunque sea administrativa o civil, contraria a sus intereses, la aceptan sin ejercer defensa alguna y cumplen a pies juntillas con lo que se les impone, incluso cuando la consideran equivocada.
En su mundo ideal no existen los recursos ni el derecho de réplica, han renunciado a ellos de antemano.
Habría que verlo.
En el fondo, no nos engañemos, quieren criminalizar, condenar al Sevilla Fútbol Club.
Ya estamos asistiendo al baile de los hipócritas que piden la cabeza de Del Nido Presidente.
Para más desvergüenza lo hacen, dicen ellos, por el bien del Sevilla, para que no se dañe a la institución.
Como si el Sevilla no fuera, desde siempre, una de las sociedades deportivas más atacadas y vilipendiadas que existen.
Estamos acostumbrados.
El daño de imagen es el menor de todos los posibles, y ya está servido, siempre lo ha estado.
Yo les digo a estos impresentables, masturbadores de la Justicia, que un 10% de Del Nido vale más que la media de inteligencia y valentía de cualquier otro Presidente del fútbol español.
No deja de ser significativo que los más beligerantes a la hora de exigir su dimisión sean los máximos enemigos del sevillismo, da que pensar.
Lobos feroces vestidos con piel de cordero.
No les hagamos caso, nosotros a lo nuestro.
Amén.
ResponderEliminarNo se puede estar más de acuerdo.
UN abrazo
Otro amen, y de camino, un buen ¡¡ ZAS !! en toda la boca.
ResponderEliminarTranquilidad y buenos alimentos...
Un fuerte abrazo hermano.
Cruel y fantasmagórica realidad
ResponderEliminarSaludos
El 3º AMEN
ResponderEliminarY a los que le joda que se Jodan
Saludos Sevillistas
Segundo día de la era "loperiana" del Sevillismo. Sólo hace falta pedir la "beatificación" del Presidente. Ningún sevillista debe estar por encima de un sentimiento y una entidad centenaria llamada Sevilla FC. Ni siquiera el abogado con problemas judiciales privados. Dimisión inmediata y cuando resuelva sus asuntos, que vuelva el mejor Presidente de nuestra historia. El daño a la imagen del Club es irreparable y no puede seguir administrando la institución como si no hubiera pasado nada, pensando sólo en sus intereses particulares y actuando como si fuera el dueño y propietario de "su" cortijo. La complacencia y ceguera colectiva hacia la conducta del abogado, no traerá buenas consecuencias para el Sevilla FC. Hay ejemplos lamentables muy cercanos, para que el Sevillismo consienta que el líder sea más importante que la institución. Somos ¿sevillistas o delnidistas?. Yo soy sevillista.
ResponderEliminarDel Nido es INOCENTE, falta que jugar el segundo tiempo, y si hiciera falta la prórroga y los penaltis.
ResponderEliminarEn el peor de los escenarios, que no lo deseo, podría ser condenado en firme, mientras tanto es INOCENTE, y con esto no me estoy poniendo de su parte, sino que estoy acatando la Constitución, la Ley, eso que te tiran a la cara los que piden su dimisión.
Como no entiendo mucho de leyes, he consultado en páginas doctas hasta donde se extiende la presunción de inocencia, la cual parece finiquitada en este post.
Este es la página, habrá muchas más, de la que tomo el texto que va a continuación:
http://www.robertexto.com/arch...
"En segundo lugar, si se parte de la base que toda persona es inocente hasta que exista una sentencia firme que lo declare culpable, toda restricción a su libertad ambulatoria, solamente se puede basar a título de medida de seguridad o de cautela, “cuando sea indispensable para asegurar el imperio de derecho, es decir la aplicación, efectiva y actual de la ley”[8]. Para ser más exactos siempre debe mediar -Cfr. Chiovenda- que se compruebe la necesidad, efectiva y actual, de evitar el peligro de un daño jurídico; ya sea por la presumible realización de actos capaces de entorpecer la investigación y recolección de pruebas; o por eludir el accionar de la justicia; o por que pueda continuar con la ejecución hechos que alteren el orden jurídico."
EL 4º AMEN
ResponderEliminary que se "joroben" los mendrugos de siempre.